¿SE PUEDE SER FELIZ EN LA EMPRESA FAMILIAR?

¿SE PUEDE SER FELIZ EN LA EMPRESA FAMILIAR?

¿SE PUEDE SER FELIZ EN LA EMPRESA FAMILIAR? 750 422 Cápital La Firma - Asesoría en Cádiz

Claro que se puede ser feliz, y se debe. Frente a la inicial familia “doméstica”, que en palabras de mi buen amigo y también Consultor de Empresas Familiares Fernando Nogales se caracteriza por estar unida por el amor, sus relaciones no son formalizadas, tiene una duración determinada (25-30 años) y cuyo proyecto de vida es tener hijos, cuidarlos y darles la mejor educación posible, la familia “empresaria” tiene una duración ilimitada en el tiempo, sus relaciones son formalizadas (Consejo de Familia y Asamblea Familiar) y la unión entre sus miembros va más allá del amor ya que lo que les hará estar juntos será un PROYECTO COMÚN.

Y es en ese proyecto común dónde se puede encontrar la felicidad a través del ROL que se quiera desempeñar dentro de la empresa familiar.

Hay miembros de la familia que se encuentran muy cómodos sólo siendo accionistas; otros ansían desarrollar su carrera profesional dentro de la empresa, sea en puestos de dirección o siendo Consejeros de la compañía; otros sólo desean realizar labores meramente administrativas o en puestos base de la empresa, y otros miembros de la familia quieren desarrollar su proyecto profesional fuera de “su” empresa familiar.

La familia y, especialmente, los fundadores, no deben oponerse a esos deseos de la siguiente generación quién debe ser consciente que, aparte de que los propietarios reciban dividendos cuando se repartan, los que trabajen en la empresa percibirán un sueldo por su trabajo y dedicación en la compañía, retribución que es lógico entender que dependerá de dicha dedicación, no de la condición de tener los apellidos de los fundadores.

Mención especial hago a los familiares políticos o “in law”. ¿Pueden ser felices también dentro de la empresa familiar de su pareja? Por supuesto.

La familia no puede mirar hacia otro lado. Siempre les recuerdo a los fundadores que son los que educan a sus nietos. Su sitio está en la Asamblea Familiar y si su preparación es suficiente ¿por qué no pueden trabajar en la empresa si tienen las condiciones y habilidades necesarias para ello? Recordad que el capital humano escasea.

Y dejo para el final a aquellos miembros de la familia que no desean desempeñar ninguno de los roles anteriores (accionista, Consejero, Director o trabajador de la compañía), los que yo llamo los “familiares no propietarios”, esto es, aquéllos que desean desarrollar su actividad profesional lejos de su familia empresaria.

Al igual que con los familiares políticos, cuenten con ellos en las Asambleas Familiares, manténgalos informados de las novedades más importantes de la compañía, téngalos al tanto de los progresos y también, si es el caso, de las dificultades de la empresa. Como les decía anteriormente, el talento humano escasea y ¿por qué no pueden integrarse en la empresa en un momento determinado y ayudarnos si tienen aptitudes para ello?.

En conclusión, y contestando a la pregunta inicial se puede ser inmensamente feliz en las empresas familiares. Sólo hay que encontrar el papel y el sitio que se quiere tener en la misma y, sobre todo, disfrutar en y con ella.

Antonio López-Triviño Junco